Madagascar, la isla situada en el océano Índico frente a las costas del sureste africano, es conocida mundialmente por su biodiversidad única y sus paisajes impresionantes. Miles de viajeros llegan cada año atraídos por la posibilidad de conocer especies endémicas, playas paradisíacas y una cultura fascinante. Sin embargo, como en cualquier destino, es fundamental informarse sobre la situación real del país en materia de seguridad antes de planificar la visita. La realidad es que Madagascar enfrenta desafíos sociales, económicos e institucionales que influyen en la percepción de riesgo tanto para turistas como para residentes.
Panorama actual de la seguridad en Madagascar
La situación de seguridad en Madagascar varía considerablemente según la zona geográfica y el contexto socioeconómico. En términos generales, los delitos menores representan una preocupación constante en áreas urbanas y turísticas. Los robos violentos, aunque menos frecuentes que los hurtos, han aumentado en ciertos tramos de carreteras principales, especialmente en vías como la RN7, RN27, RN10 y RN1B. La inestabilidad política y los desafíos económicos del país contribuyen a una estructura de seguridad frágil, donde la presencia de bandas criminales conocidas como dahalo representa un problema específico en zonas rurales, dedicándose principalmente al robo de ganado y, en menor medida, a actividades que pueden afectar la seguridad de los viajeros.
Índices de criminalidad en las principales ciudades malgaches
En Antananarivo, la capital, los delitos menores como carterismo y robos de pertenencias son relativamente comunes, especialmente en mercados, estaciones de transporte y lugares muy concurridos. La recomendación es evitar mostrar objetos de valor y mantener las ventanillas del vehículo cerradas y bloqueadas en todo momento. Aunque el riesgo de secuestros existe, este tipo de incidentes no suele afectar a turistas y se relaciona más con situaciones locales específicas. En destinos turísticos como Nosy Be, además de los robos, se ha registrado un incremento en delitos relacionados con el turismo sexual, una actividad duramente penada por la legislación malgache. Las autoridades advierten sobre la necesidad de extremar precauciones con agencias y guías turísticos que no cuenten con las debidas garantías de confianza.
Zonas de mayor y menor riesgo para visitantes y residentes
Existen áreas donde el riesgo es medio y requiere atención especial. Por ejemplo, el río Tsiribihina y el Parque Nacional de Tsingy de Bemahara han sido escenarios de ataques y atracos, por lo que se recomienda visitarlos únicamente en grupos organizados y mediante agencias de confianza. La ciudad de Antsohihy también presenta un nivel elevado de riesgo debido a robos y violencia. En contraste, muchas regiones costeras y parques naturales bien administrados ofrecen condiciones seguras siempre que se respeten las recomendaciones básicas. La temporada de lluvias, entre noviembre y abril, añade un elemento adicional de peligro por la presencia de ciclones, que pueden afectar infraestructuras y dificultar el acceso a servicios básicos, además de incrementar los riesgos de inundaciones y deslizamientos de tierra.
La Policía Nacional de Madagascar: estructura y funciones
La Policía Nacional de Madagascar tiene la responsabilidad de mantener el orden público, prevenir y combatir el crimen, y garantizar la seguridad ciudadana en todo el territorio. Su estructura se divide en diferentes unidades que abarcan desde la policía urbana hasta unidades especializadas en investigación criminal y lucha contra el tráfico de drogas. Los números de emergencia oficiales, como el 17 o 117 para la policía, el 18 o 118 para bomberos y el 19 o 119 para la gendarmería, están a disposición de ciudadanos y visitantes que requieran asistencia inmediata. Sin embargo, la efectividad de la respuesta puede variar según la ubicación geográfica y la disponibilidad de recursos en cada región.
Organización y distribución de los cuerpos policiales en el territorio
La distribución de los cuerpos policiales en Madagascar presenta desafíos importantes debido a la vastedad del territorio y las dificultades logísticas inherentes a un país insular con infraestructura limitada. En las grandes ciudades como Antananarivo, la presencia policial es más notoria, con comisarías y patrullas regulares que intentan cubrir las áreas de mayor afluencia. En zonas rurales y remotas, la cobertura se reduce considerablemente, lo que dificulta la prevención de delitos y la respuesta rápida ante emergencias. Los controles policiales en carreteras son frecuentes, una medida destinada a combatir el aumento de robos violentos y garantizar la seguridad vial, aunque la falta de recursos limita su efectividad en algunos casos.
Recursos disponibles y desafíos en la lucha contra el crimen
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la Policía Nacional de Madagascar es la escasez de recursos tanto materiales como humanos. La debilidad institucional, producto de años de inestabilidad política y limitaciones económicas, afecta directamente la capacidad de los cuerpos policiales para responder eficazmente a las demandas de seguridad. La formación de los agentes, la disponibilidad de equipamiento adecuado y la capacidad de coordinación interinstitucional son áreas donde persisten importantes carencias. A esto se suman las dificultades para combatir la corrupción interna, un problema que socava la confianza pública en las autoridades y dificulta la implementación de estrategias efectivas contra la criminalidad organizada.
El papel del ejército malgache en la seguridad interna
El ejército de Madagascar, aunque tradicionalmente orientado a la defensa nacional y tareas de seguridad externa, desempeña también un papel importante en situaciones que requieren intervención para mantener el orden interno. Su participación suele activarse en contextos de emergencia, como desastres naturales, crisis humanitarias o situaciones de conflicto que superan la capacidad de respuesta de las fuerzas policiales. La colaboración entre el ejército y la policía es fundamental para garantizar la estabilidad en momentos críticos, especialmente considerando la amplitud del territorio y las limitaciones logísticas que enfrenta el país.
Intervención militar en situaciones de emergencia y conflictos
Durante episodios de crisis humanitaria, como la grave sequía que afectó al sur del país en mayo de 2021, el ejército malgache ha sido movilizado para apoyar en labores de distribución de ayuda, rescate y asistencia a poblaciones vulnerables. Asimismo, ante la amenaza de ciclones y tormentas tropicales que azotan el país durante la temporada de lluvias, las fuerzas armadas participan en operaciones de evacuación y reconstrucción. En contextos de conflicto interno o disturbios civiles, el ejército puede ser desplegado para restablecer el orden, aunque este tipo de intervenciones suelen ser puntuales y requieren autorización explícita de las autoridades civiles para evitar excesos o abusos de poder.
Colaboración entre fuerzas armadas y policía para garantizar el orden
La coordinación entre el ejército y la policía en Madagascar no siempre es fluida debido a diferencias en la estructura organizativa, los mandos y las prioridades operativas. Sin embargo, en situaciones de alto riesgo, como las operaciones contra las bandas criminales dahalo que operan en zonas rurales remotas, la colaboración es esencial. Las fuerzas armadas aportan capacidades logísticas, despliegue rápido y experiencia en operaciones de gran escala, mientras que la policía mantiene el conocimiento local y las competencias específicas en investigación criminal. Esta sinergia, aunque imperfecta, resulta fundamental para enfrentar amenazas que exceden la capacidad individual de cada cuerpo de seguridad.
Recomendaciones prácticas para garantizar tu seguridad en Madagascar
Viajar a Madagascar requiere una preparación cuidadosa y el conocimiento de una serie de recomendaciones que permiten disfrutar del país minimizando riesgos. Además de los aspectos relacionados con la criminalidad, es crucial considerar las precauciones sanitarias, dado que enfermedades tropicales como la malaria, la peste endémica y el dengue son prevalentes en distintas regiones. Las autoridades sanitarias recomiendan el uso de repelentes, mosquiteros y ropa adecuada para evitar picaduras de mosquitos y pulgas, especialmente durante la temporada de mayor riesgo entre septiembre y abril. El agua embotellada debe ser la opción preferida, evitando consumir agua del grifo o alimentos que puedan estar contaminados, ya que enfermedades como hepatitis A, fiebre tifoidea y cólera representan riesgos reales.
Consejos para viajeros: qué evitar y cómo comportarse
Es fundamental registrarse en el Registro de Viajeros del Ministerio de Asuntos Exteriores antes de partir, una medida que facilita la localización y asistencia en caso de emergencia. Durante la estancia, se debe evitar participar en manifestaciones públicas o concentraciones masivas, ya que pueden derivar en disturbios. La conducción nocturna es altamente desaconsejada debido a la peligrosidad de las carreteras, el estado deficiente de muchas vías y la presencia de conductores imprudentes. En caso de alquilar un vehículo, es preferible contratar también un conductor experimentado. Llevar siempre el pasaporte es obligatorio, y se debe tener especial cuidado al transportar especies protegidas bajo la Convención CITES o piedras preciosas, cuya salida del país está regulada estrictamente. Además, respetar las costumbres locales y comportarse con discreción contribuye a una experiencia más segura y enriquecedora.
Contactos de emergencia y recursos oficiales para asistencia
Contar con los números de emergencia y contactos oficiales es esencial. En Madagascar, el número de urgencias médicas es el 124, mientras que para la policía se puede marcar el 17 o 117, para bomberos el 18 o 118 y para la gendarmería el 19 o 119. La Embajada de España tiene representación consular a través del Consulado Honorario en Antananarivo, aunque la sede principal se encuentra en Pretoria, Sudáfrica, y existe un Consulado General en Ciudad del Cabo. Para ciudadanos de otros países, como Estados Unidos, la embajada puede contactarse en el número +261 20 23 480 00, y el Consulado Honorario Británico en el +261 20 22 263 98. Tener estos contactos a mano, junto con la información de la agencia de viajes o guías turísticos, permite actuar rápidamente ante cualquier imprevisto. Además, es recomendable contar con un seguro de viaje que cubra asistencia médica y repatriación, dada la prevalencia de enfermedades como VIH-SIDA, tuberculosis y otras infecciones transmitidas por alimentos o insectos.